Hambre y desnutrición
La hambruna es un proceso socioeconómico mediante el cual un grupo social sufre un progresivo deterioro de su sistema de alimentación. La escasez recursos y alimentos provoca la aparición de enfermedades y epidemias, desplazamientos y, en casos extremos, una elevada tasa de mortalidad.
Durante las hambrunas, la verdadera asesina es la enfermedad, no el hambre. Una escasez de alimentos prolongada debilita a la población, dejándola totalmente expuesta a epidemias e infecciones.
El continente más recurrentemente asolado por hambrunas es África, siempre que descontemos algunas trágicas excepciones como la hambruna padecida por China durante el Gran Salto Adelante de Mao y en la antigua Unión Soviética durante el primer tercio del siglo XX. El aplastamiento económico y el azote climático al que el continente africano está permanentemente sometido es muchas veces causa de hambruna. Sin embargo, suelen ser factores mucho más efectivos si se combinan con los conflictos sociales.
En Somalia, por ejemplo, las luchas entre clanes y la escasez de lluvias a principios de los noventa causaron una grave inanición. En Angola, Mozambique y el sur del Sudán, los disturbios civiles han causado un número muy elevado de muertes por hambruna. El conflicto de Ruanda provocó muchas muertes por inanición y brotes de cólera y disentería en los refugiados que escaparon a Zaire en 1994.
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