Los SMS o mensajes de texto no influyen a la hora de que los jóvenes tengan más o menos faltas de ortografía, según se recoge en un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Científicas.
Aprender ortografía es clave tanto para alcanzar el éxito escolar como para el desempeño de una labor profesional posteriormente, pero pese a lo que pudiera parecer los SMS no representan una amenaza para la ortografía, sino que, por el contrario, constituyen una oportunidad para practicar la escritura.
Esta es una de las conclusiones del estudio “¿Cómo escriben mensajes de texto las personas dotadas y menos dotadas para la ortografía?”, realizado por expertos del Centro Nacional de Investigaciones Científicas y las universidades de Poitiers, Paris Ouest Nanterre y Toulouse II. [Ver cursos de Nuevas Tecnologías]
Para realizar la investigación se han analizado más de 4.500 mensajes de texto de 19 adolescentes de 11 y 12 años de edad, de clase media y que nunca antes habían utilizado un teléfono móvil. Se clasificó a los alumnos según su nivel de competencia y se estudiaron los mensajes enviados durante un año para comprobar si, al cabo de este tiempo, había variado su nivel de escritura y ortografía.
El estudio, cuyos resultados han sido publicados en el Journal of Computer Assisted Learning, ha demostrado que el número de faltas cometidas por los jóvenes no tiene que ver con cómo escriben los mensajes de texto, que suelen adoptar formas muy diferentes a la tradicional, incluyendo los emoticonos.
Los autores señalan en su informe que los alumnos no modificaron su nivel de competencia en ortografía en función de sus hábitos de envío de mensajes o forma de escribirlos. De hecho, se observó quelos alumnos con mayor nivel ortográfico fueron los que más faltas creativas de escritura cometían. Se descarta así una de las preocupaciones de padres y profesores en este sentido.
Los investigadores han demostrado que en un SMS o un mensaje de texto enviado por un joven, el 48% de las palabras son escritas de forma convencional, frente al 52% que son escritas de manera diferente a la tradicional. Pese a ello, los autores del estudio aseguran que los jóvenes saben cuándo utilizar uno u otro lenguaje. “Vincular cualquier empeoramiento de la competencia lingüística a la escritura de mensajes de texto es un error”, señala Josie Bernicot, una de las autoras de la investigación.
Por otro lado, el estudio también recoge que el hecho de que los adolescentes utilicen el móvil con gran entusiasmo puede ser utilizado como una ayuda para el aprendizaje, tal y como sugirió la UNESCO en 2010. “Para los adolescentes es una forma natural de comunicarse, y no debemos estigmatizar esa práctica. Si insertamos esa forma de comunicación en las prácticas pedagógicas, podríamos obtener resultados sorprendentes”, apunta Bernicot.
Esta es una de las conclusiones del estudio “¿Cómo escriben mensajes de texto las personas dotadas y menos dotadas para la ortografía?”, realizado por expertos del Centro Nacional de Investigaciones Científicas y las universidades de Poitiers, Paris Ouest Nanterre y Toulouse II. [Ver cursos de Nuevas Tecnologías]
Para realizar la investigación se han analizado más de 4.500 mensajes de texto de 19 adolescentes de 11 y 12 años de edad, de clase media y que nunca antes habían utilizado un teléfono móvil. Se clasificó a los alumnos según su nivel de competencia y se estudiaron los mensajes enviados durante un año para comprobar si, al cabo de este tiempo, había variado su nivel de escritura y ortografía.
El estudio, cuyos resultados han sido publicados en el Journal of Computer Assisted Learning, ha demostrado que el número de faltas cometidas por los jóvenes no tiene que ver con cómo escriben los mensajes de texto, que suelen adoptar formas muy diferentes a la tradicional, incluyendo los emoticonos.
Los autores señalan en su informe que los alumnos no modificaron su nivel de competencia en ortografía en función de sus hábitos de envío de mensajes o forma de escribirlos. De hecho, se observó quelos alumnos con mayor nivel ortográfico fueron los que más faltas creativas de escritura cometían. Se descarta así una de las preocupaciones de padres y profesores en este sentido.
Los investigadores han demostrado que en un SMS o un mensaje de texto enviado por un joven, el 48% de las palabras son escritas de forma convencional, frente al 52% que son escritas de manera diferente a la tradicional. Pese a ello, los autores del estudio aseguran que los jóvenes saben cuándo utilizar uno u otro lenguaje. “Vincular cualquier empeoramiento de la competencia lingüística a la escritura de mensajes de texto es un error”, señala Josie Bernicot, una de las autoras de la investigación.
Por otro lado, el estudio también recoge que el hecho de que los adolescentes utilicen el móvil con gran entusiasmo puede ser utilizado como una ayuda para el aprendizaje, tal y como sugirió la UNESCO en 2010. “Para los adolescentes es una forma natural de comunicarse, y no debemos estigmatizar esa práctica. Si insertamos esa forma de comunicación en las prácticas pedagógicas, podríamos obtener resultados sorprendentes”, apunta Bernicot.
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